En días pasados encontré estos valiosos testimonios sobre un episodio poco conocido de la lucha clandestina en la entonces provincia La Habana. Se trata de un audaz asalto al Reclusorio Nacional de Mujeres de Guanajay el 28 de noviembre de 1958, por un comando del Movimiento 26 de julio para rescatar una compañera presa por el régimen dictatorial. Al conmemorarse tal acción me complace reproducir esta publicación aparecida en el blog SANTA CLARA, el sábado, 27 de octubre de 2012.
El rescate de Caridad Díaz Suárez, “Chilica” o “Nenita”
Por Raúl Sarmiento
Presentación a la prensa de Chilica tras ser detenida. De izquierda a derecha el capitán José L. Castillo Fornaris, J´ Escuadrón 41, Matanzas; María Luisa Suárez Bermúdez, madre de Chilica; Caridad Díaz Suárez, Chilica; y Padre Lorenzo, Iglesia de Pueblo Nuevo, Matanzas (colaborador secreto de la tiranía).
Caridad Díaz Suárez (Chilica)1 estaba circulada por la Policía de Matanzas desde el 26 de mayo de 1957 en ocasión del incendio de los almacenes del central “Tinguaro” y de la explosión accidental en su casa de una bomba a Armando González Capote mientras la preparaba, también estaba reclamada por la causa 477 de Santa Clara y otras causas en Matanzas.
Desde entonces se había mantenido clandestina en Matanzas, pero había sido detenida en julio de 1958 siendo presentada a la prensa y a los tribunales el 18 de agosto de ese año por lo que se encontraba en prisión en la cárcel de Guanajay en espera de juicio por varias causas.
Desde la prisión concibió un plan para ser rescatada que le trasladó a Leonor Arestuche Amieba2 “La Sobrina o Dalia” (combatiente clandestina de Matanzas y Las Villas).
El plan se puso en ejecución y es relatado por las dos protagonistas de esta historia.
Testimonio de Leonor Arestuche Amieba, “La Sobrina o Dalia», combatiente clandestina del M-26-7 en las provincias de Matanzas y Las Villas, tomado de su libro Memorias:
Raúl me pides que te hable como entré las armas en el Reclusorio de Mujeres de Guanajay, te diré que los 10 minutos que me dio la directora del penal para hablar con Chilica me resultó un siglo, pues el día anterior yo había estado allí para puntualizar como iba a ser toda la operación del comando que asaltaría el lugar para rescatar a Chilica.
Como anécdota te diré que yo tenía aquello como un relajo pues en una semana fui como tres veces y eso no estaba permitido, me ayudó las latas de dulce y las cajitas de dulce guayaba que le llevaba a la directora, y los tabacos al sargento que estaba a la entrada (muy buena persona aquel negro de 40 o 50 años).
Te contaré que cuando voy con la pistola y el revólver recortado para entregárselos a Chilica pensé que no me dejarían entrar, pero como llevaba los regalos todo se resolvió, fue un viernes 21 de Noviembre de 1958. Read the rest of this entry »