La Universidad Central Martha Abreu de Las Villas es reconocida en toda Cuba y no pocos recintos académicos por la perfección en sus resultados docentes-educativos. Varias de sus carreras están acreditadas por nuestro Ministerio de Educación. En su devenir ha logrado desarrollar centros e institutos de investigación científica, todos con importantes frutos.
Es la más multidisciplinaria de las universidades cubanas, ofrece superación profesional y científica como postgrados, diplomados, maestrías y doctorados. En ella nos hemos graduado un total de 52 mil 414 estudiantes, entre ellos 1 702 venidos de más de 80 naciones de todos los continentes
Es Monumento Nacional por los valores arquitectónicos, paisajísticos, humanísticos e históricos. Su historia es larga, compleja y plena de movimientos patrióticos y, también, por momentos, politiqueros. A continuación le esbozaré algunos pasajes interesantes:
El capitán general de la Isla de Cuba Leopoldo O´Donnell, a mediados del siglo XIX, ante el avance de las ideas liberales y nacional liberadoras, abogó por el cierre de la Real y Pontificia Universidad de la Habana. El poeta Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, en respuesta dada en el periódico La Aurora, opinó que en vez de clausurarse el único centro docente en Cuba, debían abrirse dos más: uno en Santiago de Cuba y otro en Santa Clara. Apenas iniciada la Guerra de los Diez Años (1868) el patriota villareño Eduardo Machado defendió la apertura de un alto centro docente en su capital provincial.
La lucha continuó con múltiples episodios y fortísimos combates. Transitó por campañas promocionales e inauguraciones, todos y todas con un gran componente manipulador. En 1950, el Senado aprobó la ley por la cual el Alma Mater central comenzaría a funcionar en 1952.
Es el 30 de noviembre de 1952 cuando se inaugura la Ciudad Universitaria en el único edificio terminado, asignado entonces para la Facultad de Humanidades. Foto cortesía Revista Bohemia.
Cuando el Comandante Ernesto Che Guevara llega a ella, a fines de diciembre de 1958, con su columna de alrededor de 300 combatientes para tomarla como punto de partida hacia el asalto y toma de la ciudad de Santa Clara, radican allí dos funcionarios norteamericanos del Punto 4 del Departamento de Estado de Estados Unidos de Norteamérica, guardianes de los intereses culturales del imperio y sus lacayos nacionales.
El 28 de diciembre de 1959 la propia Universidad le concede al Che el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía. Fue en ese momento, en el discurso de agradecimiento, cuando el Guerrillero Heroico dio entre otras trascendentales definiciones: “Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba…”.
Ahí comenzó un proceso, una parte decisiva de su historia, que he dado en llamar Refundación de la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas, con varios y sucesivos momentos muy importantes iniciados con el alzamiento contra la Revolución de un presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUC) y la deserción del Rector de turno.
Un avance decisivo, raigal, en el cumplimiento de los señalamientos del Che fue el ingreso en abril de 1961 de un grupo de cerca de 500 jóvenes, salido de las más humildes filas del pueblo, a un fuerte curso de nivelación preuniversitaria, salidos de los estudios de la enseñanza media por limitaciones económicas.
Esto cambió la composición de clase y las vidas docente, cultural, deportiva y política del centro. Fortaleció la unidad de la Milicias Estudiantiles Ramón Pando Ferrer para convertirlas en el Batallón 316 de Infantería que a su vez engendró en agosto de 1962 el Grupo Independiente de Morteros de 120 mm. del Ejército del Centro , por orden del comandante Juan Almeida Bosque, y que tan importante papel tuvo reservado durante la Crisis de Octubre de 1962.
Durante los pasados días 18 y 19 de octubre, la Universidad Central conmemoró el aniversario 50 de la fundación de esta unidad militar -constituida con estudiantes propios- en el marco de a celebración de sus 60 años de inaugurada.
Allí Nelson Montiel Benítez (Santa Clara, 19 de octubre de 1942), dirigente estudiantil de la época y jefe-fundador del Grupo de Artillería, pronunció una intervención que recoge en apretada síntesis vivencias, experiencias, anécdotas, en fin, un análisis revolucionario de aquellos años a los que adjetiva como “sin dudas, los mejores de nuestra juventud”.
Le invito a leer este testimonio, fiel reflejo de una época decisiva, dramática y plena de alegría, entusiasmo y acciones juveniles revolucionarias, ilustrado con fotos de la época, cortesía de la revista Bohemia. Estoy seguro que esta historia no defraudará su interés. Read the rest of this entry »
Café Mezclado 