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A un año de la muerte de “La Madrina” de Pablo Escobar

29 Sep

Por Pedro Hernández Soto

Griselda Blanco, despiadada narcotraficante, murió asesinada tras cometer cerca de 200 crímenes

Griselda Blanco, despiadada narcotraficante, murió asesinada tras ser liberada. Cometió cerca de 200 crímenes

El 3 de septiembre del año 2012, Griselda Blanco, conocida por La Tía o La Reina de la Cocaína, La Viuda Negra, La Madrina de Pablo Escobar, compraba confiada en una carnicería de Medellín cuando dos balazos en la cabeza, a quemarropa, de una pistola nueve milímetros, la hirieron de muerte. Otros impactos hicieron correr igual suerte a su guardaespaldas y esposo.

La mujer había regresado a Colombia el 6 de junio de 2004 al ser deportada desde los Estados Unidos tras cumplir 19 años de prisión de una condena de 25, por narcotráfico. Es de los poquísimos narcotraficantes que alcanzaron larga existencia, tenía 69 años de edad.

Vivía de forma discreta aunque a todo lujo pues disfrutaba de una fortuna calculada unos 2 billones de dólares (un billón equivale a mil millones), lo que le hizo merecer un puesto entre los malhechores más acaudalados de la historia y la única mujer entre los veinte primeros en tal relación.

Se afirma que fue la iniciadora de Pablo Escobar en el mundo del narcotráfico y el mismo bandido confirmó haber seguido su ejemplo. Algunos estudiosos estiman que sus bienes eran mayores que los de su ahijado, el fundador del Cartel de Medellín.

Nació y se crió en el barrio de Antioquia, Cartagena. Aseveran que de niña fue carterista en Medellín. Algunos testimoniantes aseguran que su fascinante belleza le permitió acceder a los prostíbulos y por ahí al mundo del la delincuencia; otros lo niegan.

Aún menor de edad se unió al falsificador de documentos de migración Carlos Castillo, se casó y tuvo tres hijos. Lo mató en plena calle por una discusión de negocios a principios de los años 70. Otras nupcias fueron con Alberto Bravo, dedicado al trafico de cocaína, quien le había impresionado por haber obtenido unas tres decenas de miles de dólares en una transacción negocio de venta. De inmediato crearon un expendio de cocaína en Queens, New York.

Comenzó el narcotráfico antes de la aparición de las organizaciones de la droga. Había descubierto un rico filón sin explotar en Miami y estableció una ruta permanente que después robusteció con el ingreso al Cartel de Medellín, con cual operó desde los ´70 hasta los ´80 cuando fue detenida, procesada y condenada. Ya para entonces era una mujer calificada por escritores como “implacable, cruel, inhumana, sanguinaria, despiadada y atroz”.
Al comienzo contrató mulas femeninas que escondían pequeñas cantidades de cocaína en sus maletas. El tráfico creció, y por tanto las ganancias, por el uso de aviones comerciales en los traslados.

Desde 1970 La Tía montó su propio “negocio” en Miami. Con rapidez la pareja eliminó la competencia en el mercado de los ya establecidos cubanos y norteamericanos: hablaron las armas de fuego manejadas por colombianos, corrió la sangre, aumentó el trabajo de hospitales y casas de pompas fúnebres… y de los enterradores en los cementerios.

Emprendió una red comercial que se extendió del Atlántico al Pacífico y entre las fronteras de México y Canadá, una distribución que vendía millones de dólares cada mes.

Para mantener la disciplina y el monopolio mandaba a ejecutar lo mismo a subordinados que a enemigos: unos por no pagar deudas (distribuidores o lavadores de dinero) y otros por hacerle sombra en la industria. Los asesinatos incluían a los posibles testigos, incluso mujeres, ancianos, minusválidos y niños. Se estima que los homicidios ascendieron hasta unos doscientos.

Un botón de muestra: un traficante colombiano le era incómodo y cuando Germán Jiménez Panesso compraba una botella de whisky en un centro comercial de Miami, la tarde del 11 de julio de 1979, tres sicarios de Griselda, desde una camioneta preparada y artillada de modo conveniente, le acribillaron a balazos, dándole muerte a él y a su acompañante, e hiriendo de gravedad a dos empleados del establecimiento. Fue una réplica de los atentados del Chicago de la década de los años 20. En el llamado “Vagón de la guerra” se hallaron veinte armas de fuego entre pistolas y ametralladoras.

Ejecutó y desmembró a cerca de cuarenta expendedores de Miami cuando le decomisaron un cargamento, venido desde Cali, de unos seiscientos kilogramos del alcaloide

La pareja hacía en EE.UU. y Colombia una ostentación mayúscula. Lujosas residencias, joyas valiosísimas, colección de carros raros, orgías y bacanales a todo dar, uso de vajillas costosísimas.

La Madrina tenía también por supuesto, considerable número de enemigos, algunos por cierto muy poderosos, unos debido a venganzas y otros por ambicionar las cinco mayores y mejores rutas de aprovisionamiento de coca a Estados Unidos, que ella dominaba y dirigía a plomo y fuego. Se dice que implantó el sistema de atentados desde motos porque estas podían escapar con rapidez a los embotellamientos del tránsito.

Fue tan audaz y creativa que llegó a introducir una tonelada de cocaína en la nación del norte, utilizando el buque escuela Gloria, de la Marina de Guerra colombiana, que participó de la conmemoración de aniversario 200 de la independencia de ese país.

Cuando Darío y Griselda se separaron, él regresó a Colombia, esta vez a las órdenes de Michael Corleone. Allí fue “dado de baja” por la policía, según informaciones de la época. Entonces ella pudo recuperar a su hijo más pequeño… a costa de costosos pagos a funcionarios corruptos.

La drogadicción y el alcoholismo hicieron presa fácil de la mujer más rica del mundo. En sus borracheras y “prendidas” hacía ostentación de los crímenes cometidos y demás felonías ordenadas a sus sicarios. La DEA se puso tras su pista.

Tras más de diez años de investigaciones, a comienzos de 1985, Griselda Blanco fue arrestada sin acceso a fianza. Y condenada por un tribunal federal a veinte y cinco años de prisión cuando le pedían pena de muerte. Se comentó entonces que uno de sus secuaces compró tres funcionarios de la Fiscalía. No obstante La “Reina de la Cocaína” continuó con su negocio.

John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye (El Marino, de la serie para la televisión El patrón del mal), se encontró con ella entre el 10 y el 11 de febrero de 2012. Y entre otras cosas dijo en un testimonio:

“… una ancianita a la que yo no hubiera sido capaz de hacerle nada. Y eso que ella nunca fue amorosa con nadie. Ella a los trabajadores los trataba a la hija´eputá. Todos sabían cómo era el temperamento de ella. Pero lo que yo vi ese día fue una viejita indefensa, una benévola. Yo la comparo con mi mamá: cariñosa y tierna”.
Popeye (El Mono o también El Escritor) ya sabía que su primera jefa, para quien había cumplido tres órdenes de asesinato, estaba en Medellín, sumida en una semiclandestinidad, tras cumplir su condena en La Florida y haber sido deportada.

Y afirmó algo también importante: “… ningún jefe pudo haber matado más gente inocente que la que mató Griselda Blanco. Griselda primero mataba y luego investigaba…”

El desenlace del 3 de septiembre del 1012 al parecer se corresponde con las acciones de Jaime, sobrino de Alberto Bravo, después de tener la información que en realidad había sido ella la autora intelectual del asesinato de su tío. Desde entonces Jaime y dos sicarios iban a menudo a los comercios donde compraba Griselda Blanco, La Madrina de Pablo Escobar, La Tía, La Reina de la Cocaína, La Viuda Negra, la que aparentaba ser una viejecita indefensa…

 
1 comentario

Publicado por en 29/09/2013 en América Latina, Economía, Historia, Sociedad

 

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Una respuesta a “A un año de la muerte de “La Madrina” de Pablo Escobar

  1. paisita lds

    28/11/2014 at 12:23 PM

    no griselda blanco fue la mujer mas berraca del mundo mato a casi 200 personas eso es mucha verraquera lastima q no la conosi para q me diera su autografo griselda blanco asi estes muerta colombia te tiene q recordar LA MADRINA griselda nadie mas puede ser igual a ella

     

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