Por Pedro Hernández Soto
El 3 de septiembre del año 2012, Griselda Blanco, conocida por La Tía o La Reina de la Cocaína, La Viuda Negra, La Madrina de Pablo Escobar, compraba confiada en una carnicería de Medellín cuando dos balazos en la cabeza, a quemarropa, de una pistola nueve milímetros, la hirieron de muerte. Otros impactos hicieron correr igual suerte a su guardaespaldas y esposo.
La mujer había regresado a Colombia el 6 de junio de 2004 al ser deportada desde los Estados Unidos tras cumplir 19 años de prisión de una condena de 25, por narcotráfico. Es de los poquísimos narcotraficantes que alcanzaron larga existencia, tenía 69 años de edad.